miércoles, 30 de diciembre de 2009

Copa Intercontinental 1980

miércoles, 30 de diciembre de 2009 0
Esta fue la primera edición que fue patrocinada por Toyota y se jugó a partir de entonces un solo match en Tokio (Japón).







Nacional de Uruguay 1 (Waldemar Victorino), Nottingham Forest de Inglaterra 0

Jugado el 11 de febrero de 1981 en el estadio "Nacional" de Tokio

Nacional: Rodolfo Rodríguez; Blanco, Hermes Moreira, Enríquez y González; Milar, Espárrago y Luzardo; Alberto Bica, Waldemar Victorino y Morales. DT: Juan Mujica.
Nottingham Forest: Peter Shilton; Anderson, Lloyd, Burns y F. Gray; O'Neill, Ponte y S. Gray; Robertson, Trevor Francis y Wallace.
Espectadores: 62,000
Árbitro: Abraham Klein (ISR)
Gol: Victorino (10')
El partido
En 1980, tras la negativa de los ingleses del Nottingham Forest, campeón de Europa, a enfrentarse a los paraguayos del Olimpia por los incidentes registrados anteriormente sobre los campos sudamericanos, surgió como alternativa la Copa Toyota, que se disputó a un único encuentro en el terreno neutral de Tokio. La primera edición se celebró finalment el 11 de febrero de 1981. El Nottingham Forest, que había logrado defender su título y acumulaba la impresionante racha de 42 encuentros sin conocer la derrota, saltó al césped como el gran favorito. Pero en el minuto 10, el lateral derecho José Hermes Moreira desbordó por su banda y envió un centro perfecto que aprovechó magistralmente Waldemar Victorino. En el tiempo restante, los ingleses no pudieron reparar la desventaja.

La figura del partido
Nacido el 22 de mayo de 1952 en Montevideo, Waldemar Victorino comenzó a dar que hablar al otro lado del Río de la Plata luciendo los colores del River Plate en 1976. El Nacional no podía dejar escapar este prodigio del país, al que consiguió repatriar a principios de la temporada 1979.
Flaco, no muy alto, merodeador infatigable del área rival, Victorino tenía una velocidad de ejecución fuera de lo común que muy a menudo le permitía desembarazarse de defensores mucho más corpulentos que él. A lo largo de dos temporadas marcó todos los goles decisivos del equipo.
En efecto, el 6 de agosto de 1980, durante la final de la Copa Libertadores contra el Internacional de Porto Alegre, remató de cabeza el único gol de la contienda sacando partido de un buen servicio de Hermes Moreira tras un golpe franco de Morales.

El 11 de febrero de 1981, en Tokio, recalcó su don de la oportunidad al firmar el único gol de la Copa Toyota contra el Nottingham Forest en el minuto 10, tras empalmar de volea un centro medido de Hermes Moreira.

El entrenador
Juan Martín Mújica es el segundo futbolista de la historia, después de su compatriota Luis Cubilla, en haber conquistado la Copa Intercontinental como jugador y como técnico.
Mújica fue un defensor sólido que actuaba por la banda izquierda. Intratable cuerpo a cuerpo, estaba dotado de una potente y prolífica zurda. Con el Nacional cosechó tres títulos de campeón de Uruguay (1969, 70 y 71), la Copa Libertadores 1971 y la Copa Intercontinental. Igualmente disputó dos torneos finales de la Copa Mundial de la FIFA en 1966 y 1970, y terminó en cuarto lugar en México.
Mújica hizo su debut como entrenador a comienzos de la temporada 1980 como responsable técnico del equipo B del Nacional. Tras la dimisión precipitada de Pedro Dellacha, el técnico titular, con motivo de un comienzo de temporada lamentable, fue designado entrenador transitorio del primer equipo. Su carrera fue fulgurante. Lo primero que hizo fue llamar a tres antiguos campeones de 1971 (Blanco, Espárrago y Morales), y a renglón seguido impuso un inédito marcaje al hombre en todo el terreno de juego que pilló por sorpresa a sus rivales. En su primera temporada al mando, obtuvo un trébol glorioso (Copa Libertadores, Copa Toyota y título de la liga uruguaya), y entró por la puerta grande en la historia del club.


martes, 29 de diciembre de 2009

Copa Intercontinental 1981

martes, 29 de diciembre de 2009 0








Flamengo
de Brasil 3 (Adilio y Nunes 2), Liverpool de Inglaterra 0

Jugado el 13 de diciembre de 1981 en el estadio "Nacional" de Tokio (Japón).
Flamengo: Raúl; Leandro y Mozer; Junior, Marinho y Amdrade; Tita, Adilio, Zico, Lice y Nunes.
Liverpool: Grobbelaar; Neal, Thompson, Hansen y Lawrenson; R. Kennedy, Lee y McDermott (D. Johnson),
Souness, C. Johnsson y Dlaglish.

El partido
Sin embargo, el mayor momento de gloria del Flamengo sigue siendo su triunfo en la segunda edición de la Copa Toyota, en diciembre de 1981, cuando el genial Zico hizo explotar al Liverpool, que llegaba con la vitola de gran favorito. Zico, elegido mejor jugador de aquel partido, estuvo directamente en el origen de los tres goles. En el primero, bombeó el balón por encima del defensa Thompson, ofreciendo así una ocasión inmejorable a Nunes (12'). En el minuto 34 ejecutó con gran maestría un golpe franco que dejó clavado a Grobbelaar, y en el que Adílio sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red. A continuación, justo antes del descanso, dio otro pase de gol a Nunes, rodeado de un enjambre de contrarios (41').

Frente a este artista, el Liverpool no supo variar su juego, e insistió en vano en el "patadón" inglés de la época, que se estrelló una y otra vez contra el sólido eje defensivo compuesto por Mozer y Marinho.

La figura del partido
El "Pelé blanco" participó en tres Copas Mundiales de la FIFA (1978, 1982 y 1986) y estableció el increíble récord de 508 goles anotados con el Flamengo. No es casualidad que la filosofía de Zico sea un fiel reflejo del fútbol brasileño, al afirmar: "En el fútbol, hay que utilizar la cabeza antes que el cuerpo. Hay que ser listo para superar al adversario siendo creativo. No se pueden ganar duelos jugando únicamente con el físico. Sin genio, el fútbol sería muy aburrido".

El entrenador
Sin duda, su entrenador de aquella época, Paulo César Carpeggiani, estaría de acuerdo. Trotamundos y amante del fútbol espectáculo, se reconvirtió gustoso en entrenador. "El hecho de encontrar gente de distintos países del mundo representa una auténtica riqueza. Conocer culturas diferentes nos aporta una visión más global, que siempre puede ayudarnos cuando buscamos ideas nuevas y modernas, diferente a la que podemos tener en nuestro propio país", afirma Carpeggiani, que pasó del Flamengo al Al Naser saudí, para regresar a Brasil e irse posteriormente a Paraguay tras una etapa en Kuwait.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Copa Intercontinental 1982

lunes, 28 de diciembre de 2009 0








Peñarol
de Uruguay 2 (Jair y Morena), Aston Villa de Inglaterra 0

Jugado el 12 de diciembre de 1982 en el estadio "Nacional" de Tokio (Japón).
Arbitro: Calderón (Costa Rica). Espectadores: 62.000

Peñarol: Fernández; Oliveira, Bossio, Gutiérrez y Diogo; Morales, Ramos y Saralegui; Morena, Jair y Silva.

Aston Villa: Rimmer; Jones, McNaught, Bremmer y Williams; Evans, Mortimer y Cowans; Shaw, White y Morley
El partido
La victoria de 1982 contra el Aston Villa (2-0) y la derrota por la mínima de 1987 contra el Oporto (2-1) dan fe de la permanencia del equipo uruguayo al más alto nivel. En 1982, el Peñarol se deshizo del sólido conjunto de Birmingham, no obstante algo inferior técnicamente. El brasileño Jair pegó primero, con una falta desde 25 metros que el guardameta inglés, Rimmer, sólo pudo desviar hacia su propia red (27'). El Aston Villa apretó después, pero se topó con la extraordinaria pareja de defensas centrales del Peñarol : Olivera y Gutiérrez. Y, como no podía ser menos, los uruguayos acabaron haciendo un segundo gol, cuando el extremo Silva, interceptando un pase atrás mal medido, se marchó solo para fusilar a un indefenso Rimmer (68').

La figura del partido
El brasileño Jair Gonçalves, autor de un gol de falta de lujo desde 25 metros (27'), fue el depositario del juego de Peñarol en la Copa Toyota 1982, de la que fue elegido mejor jugador. Este antiguo interior derecho ofensivo jugó la mayor parte de su carrera en el Palmeiras, con el que disputó 190 partidos entre 1974 y 1980 (102 victorias, 60 empates y 28 derrotas), antes de concluir su carrera en Uruguay con el Peñarol, a los 31 años.

Jugador polivalente que podía ser alineado asimismo en punta, Jair nunca defraudó. Ofrecía una regularidad pasmosa y una excelente visión de juego. Jair Gonçalves es actualmente el responsable de la escuela de fútbol del club de Ipanema, en el Estado de São Paulo.

El entrenador
Hugo Bagnulo era un entrenador paternalista y muy cercano a sus jugadores, a quienes siempre lograba transmitir su mensaje. Dice la leyenda que un día, durante el entrenamiento, se llevó a un jugador aparte, le puso la cabeza en el pecho y le habló despacio, para obligarle a escuchar sus consignas.

Antes de los partidos importantes, ya muy de noche, no dudaba en pasar a la habitación de los jugadores a los que notaba nerviosos para darles las "buenas noches"; o para arroparles con la sábana, si su discípulo estaba dormido.

Sigue siendo el entrenador más laureado de la liga uruguaya, con cinco títulos (1958, 1973, 1974, 1975 y 1982) y casi seis, ya que en 1959 fue sustituido en el transcurso de la temporada por Roberto Scarone.

Tuvo también el mérito de dar forma en 1958 al equipo del Peñarol que iba a ganar por primera vez cinco títulos consecutivos. Aquel conjunto era una mezcla armoniosa de jugadores experimentados como Maidana, el brasileño Milton Alves Da Silva o Hohberg, y de jóvenes con futuro como Roberto García, Alberto Hein, Néstor Gonçalves, Oscar Leitch, Walter Aguerre y un tal Luis Cubilla.

Copa Intercontinental 1983








Gremio de Porto Alegre de Brasil 2 (Renato Gaúcho 2) Hamburger SV de Alemania Federal 1 (Schroeder)

Jugado el 11 de diciembre de 1983 en el estadio "Nacional" de Tokio (Japón).
Arbitro: Michel Vautrot (Francia). Espectadores: 62.000

Hamburger SV: Stein; Wehmeyer, Hieronymus, Jacobs y Schroeder; Groh, Rolff y Magath; Hartwiq, Hansen y Wuttke.

Gremio: Mazarópi; Paulo Roberto, Baidek, De León y Paulo César Magalhaes; China, Osvaldo (Bonamigo) y Mário Sérgio; Renato Gaúcho, Tarciso y Paulo César Cajú (Caio).

El partido
El Hamburgo alemán, entonces vigente campeón de Europa, partía como favorito, aun con la ausencia de varios titulares, lesionados. Y es que se consideraba que el Grêmio carecía de experiencia a este nivel. Sin embargo, los brasileños saltaron al campo liderados por el ímpetu de su estrella, Renato. El delantero realizó una extraordinaria jugada por la banda izquierda, dejando clavado a Hieronymus antes de abrir el marcador con un disparo al primer palo desde un ángulo muy cerrado (37'). A pesar de las múltiples ofensivas alemanas, los brasileños controlaban el juego, principalmente gracias al enorme trabajo realizado por los dos recuperadores, Mário Sérgio, de 33 años, y Paulo César Lima, de 34.

Pero los alemanes no se rindieron: reorganizaron su equipo y situaron al atlético defensor Jakobs en ataque para llevar peligro en el juego aéreo. La táctica dio sus frutos: a cinco minutos del final del tiempo reglamentado, Schröder empataba tras una buena asistencia de Jakobs (85'). Pero cuando todos los espectadores esperaban ya la prórroga, Renato atrapó un centro bien medido de Caio, avanzó y colocó un derechazo imparable. Corría entonces el minuto tres del tiempo añadido (90' + 3').

La figura del partido
La principal gesta del delantero Renato Portaluppi, más conocido por el nombre de Renato Gaúcho, son los dos goles que marcó en la final de la Copa Toyota en 1983. Entre 1983 y 1993, este dinámico atacante fue convocado en 23 ocasiones por la Seleção, aunque nunca llegó a hacerse realmente con un puesto de titular. Al principio de su carrera permaneció fiel al Grêmio (desde 1981 hasta 1987), con el que conquistó un título de campeón de Brasil y una Copa Libertadores, a los que debe añadirse el título de mejor jugador de la Copa Toyota 1983. Luego militó en diversos clubes, desde el Flamengo hasta el Fluminense, pasando por el Roma, sin llegar a estar más de una temporada en ninguno de ellos.

El entrenador
Valdir Atahualpa Ramírez Espinosa, un auténtico trotamundos, vivió su mayor momento de gloria con el Grêmio, cuatro años después de su debut en la profesión. Este técnico, excelente gestor, centraba sus esfuerzos en conducir de la mejor manera posible las relaciones en el seno del grupo, para extraer el máximo rendimiento de sus hombres. Después de dos temporadas con el Grêmio, con el que conquistó en 1983 el doblete Copa Libertadores-Copa Toyota, alternó los viajes al extranjero (Riad en Arabia Saudí, Tokyo Verdi en Japón y varios clubes paraguayos) con regresos a la liga brasileña (Botafogo, Palmeiras, Corinthians, Fluminense).

Pero en Paraguay fue donde se reencontró con los títulos. Se proclamó en dos ocasiones campeón de ese país, en 1987 y 1992, con el Cerro Porteño.

Copa Intercontinental 1984








Independiente de Argentina 1 (Percudani), FC. Liverpool de Inglaterra 0

Jugado el 9 de diciembre de 1984 en el estadio "Olímpico" de Tokio (Japón).
Arbitro: Romualdo Arpi Filho (Brasil). Espectadores: 62.000

Independiente: Carlos Mario Goyén; Néstor Rolando Clausen, Hugo Eduardo Villaverde (Pedro Damián Monzón), Enzo Héctor Trossero y Carlos Alberto Enrique; Ricardo Omar Giusti, Claudio Oscar Marangoni, Ricardo Enrique Bochini y Jorge Luis Burruchaga; José Alberto Percudani y Alejandro Esteban Barberón. DT: José Pastoriza

Liverpool: Grobbelaar; Neal y Nicol; R. Kennedy, Hansen y Gillespie; Dalglish, Mölby, Rush, Johnston y Wark (Whelan).

El partido
Tras un nuevo fracaso en 1974, los argentinos conquistaron su segundo título en 1984, frente al Liverpool. Esta vez el triunfo rioplatense se construyó en seis minutos: excelente asistencia de Claudio Marangoni por encima de la defensa inglesa para José Percudani, quien controló bien el esférico, avanzó y superó sin dificultades a Grobbelaar. El partido quedó sentenciado. Los delanteros de los Reds no pudieron encontrar la más mínima grieta en la defensa de los Diablos Rojos.

La figura el partido
Jorge Luis Burruchaga, nacido el 9 de octubre de 1962 en Gualeguay (provincia argentina de Entre Ríos), era el complemento ideal de Diego Maradona en el centro del campo con la selección argentina, sobre todo durante la Copa Mundial de la FIFA México 1986.
'El Burru' marcó el gol de la victoria contra Alemania (3-2) en la final del 86, y disputó también todos los partidos de la Copa Mundial de la FIFA 1990. Su registro con el combinado nacional es de 13
goles en 59 encuentros.
En competiciones de clubes, ganó una liga argentina, una Copa Libertadores y la Copa Toyota 1984 con Independiente. Después de ocho temporadas en Francia (siete en el Nantes y una en el Valenciennes) terminó su carrera el 10 de abril de 1998 con Independiente contra Vélez (0-3). Actualmente es el entrenador del Estudiantes de La Plata.

El entrenador
El nombre de José Omar Pastoriza estará ligado a perpetuidad al de Independiente. Sus diversos apodos, "el caudillo", "el crack", "el ganador", son fiel reflejo de este hombre elegante, de técnica extraordinaria, dotado de una fuerte personalidad y que no se rendía nunca.
Centrocampista procedente de Rosario, acumuló primero un gran historial como jugador en Independiente entre 1966 y 1972 (tres títulos de campeón de Argentina y una Copa Libertadores), fecha en la que fichó por el Mónaco.
En 1976 regresó a Independiente como entrenador, y ocupó el puesto de forma ininterrumpida durante quince años, un récord en Argentina. Con el transcurrir de los meses y los años acabó fundando una auténtica "familia roja", un grupo muy unido, que exhibía una marcada vocación ofensiva, y con el que conquistó otros tres campeonatos, una Copa Libertadores y una Copa Toyota. El destino quiso que Pastoriza, quien fue entrenador además del seleccionado de Venezuela, falleciera el 2 de agosto de 2004 mientras ocupaba el cargo de director técnico de Independiente.

Copa Intercontinental 1985











Juventus de Italia 2 (Platini (p) y Laudrup), Argentinos Juniors 2 (Ereros y Castro)

Argentinos Juniors - Juventus 1 parte
Argentinos Juniors - Juventus 2 parte
Se jugó tiempo suplementario.
Definición por penales: Juventus 4, Argentinos Juniors 2
Aciertos en la tanda de penales:Para el Juventus: Brio, Cabrini, Serena y Platini
Para Argentinos Juniors: Olguín y J. J. López
Jugado el 8 de diciembre de 1985 en el estadio "Nacional" de Tokio (Japón).
Arbitro: Roth (Alemania Federal). Espectadores: 62.000

Juventus: Tacconi; Favero y Cabrini; Bonini, Brio y Scirea (Pioli); Mauro (Briaschi), Manfredonia,
Serena, Platini y Laudrup.

Argentinos Juniors: Enrique Bernardo Vidallé; José Luis Pavoni y Adrián Néstor Domenech; Carmelo Daniel Villalba, Sergio Daniel Batista y Jorge Mario Olguín; José Antonio Castro, Mario Hernán Videla, Claudio Daniel Borghi, Emilio Nicolás Commisso (Renato Corsi) y Carlos Adolfo Ereros (Juan José López).
El partido
La Juve tuvo que luchar mucho para hacerse con su primera Copa Toyota, luego de su fracaso de 1973, ya que el sorprendente Argentinos Juniors se batió con bravura, practicando un fútbol de extraordinaria calidad. En el segundo tiempo, los sudamericanos incluso dieron la campanada dos veces, al adelantarse por mediación de Ereros (55') y de Castro (75'). Pero Platini (63', de penal) y Michael Laudrup (82'), permitieron a los italianos
volver a meterse dentro del partido. El conjunto rioplatense acabó cediendo en los lanzamientos penales (4-2), aunque, como subrayaba el rotativo argentino El Gráfico, la Copa acabó teniendo dos vencedores: "El Juventus, que se llevó el título, tal y como se esperaba, y Argentinos Juniors, cuyo juego sedujo a todo el mundo".

La figura del partido
Es difícil quedarse con una estrella entre la auténtica constelación que tenía el equipo del Juventus. No obstante, Michel Platini tuvo un papel indiscutiblemente decisivo en la obtención del primer título. El futbolista francés, que mantenía una estrecha relación con el presidente Agnelli, dejó huella durante su paso por la Juve con una liga
italiana, una Copa, una Copa de Europa, una Recopa, una Copa Toyota, tres títulos consecutivos de máximo goleador y tres trofeos consecutivos de mejor jugador europeo.

El entrenador
Por el banquillo de la Vieja Dama han pasado los mejores entrenadores del mundo, pero sin duda alguna quien dejó una imagen más duradera fue el elegante Giovanni Trapattoni, con su divisa: "Un equipo de fútbol es una defensa de hierro y un ataque inventivo".
Tomando como base estos criterios, "Trap", en más de 30 años de carrera, dirigió a nueve equipos (AC Milan, Juventus, Inter, Bayern de Múnich, Cagliari, Fiorentina, Benfica, Suttgart y Salzburg), con los que conquistó 21 trofeos, entre los que destacan nueve ligas en tres países distintos, siete en Italia (Juventus 6, Inter 1), una en Alemania, con el Bayern, y otra en Portugal (Benfica, 2005). Trapattoni también ha ganado tres copas nacionales en dos países (dos con el Juventus y una con el Bayern), dos supercopas nacionales (Inter y Bayern) y seis copas europeas (una Copa de Europa con el Juventus; una Recopa, también con el club turinés; y tres Copas de la UEFA, dos de ellas con el Juventus y otra con el Inter), una Supercopa de Europa con el Juventus y, por último, la Copa Toyota. Y pese a todo, sigue soñando aún con nuevos títulos.

Copa Intercontinental 1986

River Plate de Argentina 1 (Alzamendi), Steaua Bucarest de Rumania 0








La Copa Intercontinental 1986 fue la 25º edición del torneo. Enfrentó al campeón de Europa ante el campeón de Sudamérica.Jugado el 14 de diciembre de 1986 en el estadio "Nacional" de Tokio (Japón).
Arbitro: José Luis Martínez Bazán (Uruguay). Espectadores: 62.000

River Plate: Nery Alberto Pumpido; Jorge Manuel Gordillo, Nelson Daniel Gutiérrez, Oscar Alfredo Ruggeri y Alejandro Alfredo Montenegro; Héctor Adolfo Enrique, Américo Rubén Gallego y Norberto Osvaldo Alonso y Roque Raúl Alfaro (Daniel Adolfo Sperandío); Antonio Alzamendi y Juan Gilberto Funes. DT: Héctor Rodolfo Veira. Suplentes: Sergio Javier Goycochea, Rubén Darío Gómez, Claudio Morresi y Néstor Raúl Gorosito.

Steaua: Stîngaciu; Iovan, Belodedici, Bumbescu y Weisenbacher; Barbulescu (Majearu), Stoica, Balan y Balint; Lacatus y Piturca. DT: Anghel Iordanescu. Suplentes: Iordache, Cireasa, Ivan y Lotariu.
El partido
En su primer viaje a la capital japonesa, River Plate se quedó con toda la gloria. El campeón de la Copa Libertadores se enfrentó al Steaua Bucarest de Rumania el 14 de diciembre de 1986 y, pese a lo áspero que resultó el trámite del partido, terminó levantando el trofeo. El autor del único gol fue el uruguayo Antonio Alzamendi, quien aprovechó un tiro libre realizado rápidamente por Norberto Alonso para batir al arquero con un toque corto de cabeza (28').
El gol del delantero uruguayo, quien fue elegido además como el Jugador del Partido, definió la suerte del equipo argentino, que supo aguantar el resultado con la experiencia de sus futbolistas campeones del mundo en México 1986: Nery Pumpido, Oscar Ruggeri y Héctor Enrique. La victoria fue ampliamente celebrada en la mañana argentina, donde miles de hinchas se congregaron en las calles para homenajear a los campeones.

La figura del partido
El líder, capitán y figura de aquel plantel Millonario es considerado todavía como uno de los máximos ídolos en la historia del club: Norberto Osvaldo Alonso. Más conocido como "Beto", el zurdo surgió de las divisiones juveniles de River Plate y formó parte del seleccionado que se consagró en la Copa Mundial de la FIFA Argentina 1978. En el club de la Banda Sangre disputó 374 partidos, anotó 149 goles y conquistó 9 títulos. Tras la victoria ante el Steaua, en Tokio, decidió colgar los botines. "En el momento en que terminó el partido, mientras daba la vuelta olímpica, supe que tenía que retirarme así", explicaría luego. En 1989, además, fue entrenador del club.
El entrenador
Pese a no tratarse de un hombre de la casa, Héctor Rodolfo Veira entró rápidamente en la historia del club. Considerado un motivador nato, el "Bambino" gestó un equipo compacto y con una característica de juego inconfundible: era letal en el contragolpe. "River es la Casa Blanca, un club espectacular. En 1986 armamos un grupo muy sólido y, por sobre todas las cosas, de hombres. Sabíamos bien lo que buscábamos, y por eso lo conseguimos", recuerda quien, más tarde y con menos pelo, dirigiría además a Boca Juniors y a San Lorenzo de Almagro.
 
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